En un trabajo publicado recientemente en Andean Geology por investigadores del Instituto, se dieron a conocer nuevos datos sedimentológicos y bioestratigráficos sobre una unidad estratigráfica que representa el margen occidental de la cuenca Neuquina durante la transición entre el Jurásico y el Cretácico. En este intervalo de tiempo se depositaron, en un ambiente marino distal, un conjunto de margas y calizas conocidas como Formación Vaca Muerta.

 

La Formación Vaca Muerta fue estudiada en el norte de la Cordillera del Viento, donde presenta en su parte media la intercalación de depósitos de talud. Estos se observan como cuerpos lentiformes y deslizamientos sinsedimentarios con vergencia hacia el noreste y son asignados al Miembro Huncal.

 

Estas facies contienen elementos que indican la proveniencia de aguas someras, como algas dasycladaceas, oolitas y foraminíferos aglutinantes. A diferencia de otras localidades donde el Miembro Huncal había sido reconocido, en el norte de la Cordillera del Viento se compone por facies carbonáticas asociadas al desarrollo de un talud relacionado con una plataforma carbonática o una rampa profundizada.

 

A partir de la fauna de amonites reconocida, la Formación Vaca Muerta se extiende desde el Tithoniano temprano hasta el Berriasiano tardío, aunque podría alcanzar el Valanginiano temprano. El Miembro Huncal contiene representantes de la Biozona de Substeueroceras koeneni (Tithoniano superior), por lo que su edad sería más antigua que la propuesta en su la localidad tipo.

 

 
Para mayores detalles se remite a:

Kietzmann, D.A. y Vennari, V. V. 2013. Sedimentología y estratigrafía de la Formación Vaca Muerta (Tithoniano-Berriasiano) en el área del cerro Domuyo, norte de Neuquén, Argentina. Andean Geology 40(1): 41-65.

 

Journal webpage:

http://www.andeangeology.cl/index.php/revista1/article/view/V40n1-a02/pdf