En un reciente estudio publicado en la Revista de la Asociación Geológica Argentina investigadores de nuestro instituto dan a conocer una serie de episodios volcánicos interpuestos con la actividad glaciaria previamente desconocidos en la vertiente argentina.

El volcán Lanín es considerado uno de los pocos volcanes activos presentes en territorio argentino. Sin embargo, su historia evolutiva ha sido planteada sobre la base del análisis de los productos alojados en su vertiente chilena. Debido a la falta de estudios en la ladera argentina y a su accidentada topografía, solo se tenía un conocimiento parcial sobre la geología de este centro volcánico.

 

El presente trabajo se ha enfocado en un estudio realizado en la vertiente oriental del Lanín, el cual, siendo correlacionado con las descripciones realizadas por otros autores para la zona, revela una evolución que se extiende desde el Plioceno superior hasta la actualidad. A partir del análisis de su estratigrafía, se da a conocer una actividad reciente más convulsionada que la conocida hasta el momento.

El emplazamiento de este volcán coincide con una depresión subcircular labrada en el basamento cristalino, la cual se plantea podría constituir el remanente de una morfología de caldera o una cuenca de origen tectónico.

La sección basal corresponde a unos cuerpos lávicos emplazadas subglacialmente y fuertemente erosionados por la acción glaciaria, los cuales constituirían un primer evento de construcción del volcán, estimado para el lapso entre el Plioceno superior y el Pleistoceno medio.

 

Un segundo evento de construcción del volcán estaría representado por una intercalación de productos lávicos, lahares y flujos piroclásticos, los cuales se encuentran incididos por el paso de los glaciares, denotando su carácter interglaciario. Este segundo evento culmina con una unidad conformada exclusivamente por lavas almohadilladas (pillow lavas), extruidas durante la última glaciación y/o el retiro de los glaciares de la región en el Pleistoceno superior.

La actividad postglacial comienza con el derrame de coladas lávicas que tapizan completamente la vertiente oriental del volcán. Posteriormente, se produce el colapso de la sección superior del cono, similar al que le ocurrió a su vecino volcán Quetrupillán. Este fenómeno se encuentra asociado a la formación de una caldera apical, la cual produce amplias escarpas de arranque en la ladera oriental del Lanín, y voluminosos depósitos de remoción en masa. Los mismos están constituidos por dos episodios de avalancha, los cuales presentan gradación inversa, hummocks hacia su sector distal y facies de run-up sobre el área perivolcánica del basamento. Cubriendo parcialmente uno de estos depósitos se encuentra un segundo evento de coladas postglaciarias, las cuales representarían una fase efusiva holocena, similar a otras descriptas en la vertiente chilena.

Por último, la actividad volcánica más reciente consiste en una serie de conos adventicios asociados a una actividad periférica del volcán, extensos depósitos piroclásticos y laháricos encauzados en los valles fluviales.

 

Esta actividad reciente, y en particular su mecánica catastrófica, muestran un estadio último  del volcán particularmente convulsionado que debiera tenerse en cuenta en los estudios futuros del riesgo asociado para la región.

Para mayores detalles se remite a los interesados ala siguiente publicación.

 

Fennell, L.M., Ramos, M.E. y Folguera, A. 2014. Evolución sin y postglaciaria de la vertiente oriental del volcán Lanín, provincia de Neuquén. Revista de la Asociación Geológica Argentina 71(1): 100 – 111.

 

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