Modelos integrados para icnofacies de ambientes desérticos: Patrones recurrentes y megatendencias.
Una importante revisión de las icnofacies en ambientes desérticos ha sido publicada en la prestigiosa revista Earth Science Reviews por investigadores de nuestro instituto con la colaboración de investigadores de otras instituciones. Aunque se supone comúnmente que el registro de trazas fósiles en dunas eólicas y ambientes asociados es invariablemente pobre, una revisión sistemática de la información disponible indica que éste no es necesariamente el caso.
Se propone un modelo que implica cinco fases principales de la colonización de los ambientes del desierto a través del Fanerozoico en este trabajo. La primera fase (Cámbrico-Silúrico) involucra la incursión de organismos en los campos de dunas costeras directamente desde mar, aunque es poco probable que estos animales hayan permanecido durante largos períodos de tiempo en los desiertos costeros. La segunda fase (Devónico) refleja las actividades en las dunas de los pioneros que dejaron su hábitat fluvial para entrar temporal o permanentemente en los desiertos interiores. La tercera fase (Carbonífero-Pérmico) supuso la colonización de zonas desérticas por los tetrápodos. La cuarta fase (Triásico-Cretácico) implicó una explotación importante del ecoespacio infaunal como se refleja por la aparición de patrones de comportamiento más variados en las estructuras sub-superficiales. La quinta fase (Paleógeno-Reciente) refleja el aspecto de la dinámica ecológica que caracteriza a las modernas comunidades del desierto.
Las icnofacies de invertebrados de dunas eólicas se re-denominan en este documento como las “Icnofacies Octopodichnus-Entradichnus ” en honor al trabajo pionero de los investigadores anteriores que han abordado el tema de la icnofacies de dunas eólicas. Las icnofacies de Chelichnus se mantiene para las asociaciones de trazas fósiles de vertebrados en ambientes eólicos. Ambas asociaciones de icnofacies ocurren en sustratos de arena inmóviles o estabilizados temporalmente, sujetos frecuentemente a erosión y deposición, y a una fuerte estacionalidad. Los ambientes desérticos consisten en complejos mosaicos de hábitats o unidades físicas asociadas con la actividad de los organismos.
La distribución de las trazas fósiles se puede entender como un reflejo de la partición de ambientes desérticos en un mosaico de unidades de paisaje, que se caracterizan por el contenido de agua y sus fluctuaciones temporales, la disponibilidad de nutrientes, la naturaleza del sustrato, y los organismos dominantes presentes.
A su vez, los sistemas desérticos son entidades dinámicas que cambian como respuesta al clima de la región. Las unidades de paisaje, tales como los mares de arena eólica, los sistemas de planicies salinas (salt flat) y playa-lakes, ríos efímeros y abanicos aluviales, interactúan en respuesta a las variaciones climáticas a escala regional en los ambientes hiperáridos, áridos y semiáridos. Los desiertos antiguos han sido completamente desarrollados bajo condiciones climáticas hiperáridas y rara vez se conservan trazas fósiles debido a la ausencia de humedad cerca de la superficie. Sin embargo, la alternancia de períodos húmedos puede representar ventanas para el desarrollo de la vida y, por lo tanto, para la preservación de las estructuras biogénicas.
Los desiertos áridos muestran patrones complejos de dunas combinados con interdunas secas, húmedas, e inundadas. Los elementos secos del desierto (por ejemplo, las dunas, interdunas, láminas de arena (sand sheets)) suelen registrar las icnofacies de Entradichnus-Octopodichnus y Chelichnus. Leves aumentos en la precipitación regional producen la elevación de la capa freática y el aumento de las descargas fluviales que abastecen de agua y sedimentos al sistema. Estos procesos pueden resultar en la concentración local de trazas fósiles en interdunas húmedos y sistemas fluviales efímeros, que ilustran las icnofacies de Scoyenia y Chelichnus.
En los sistemas semiáridos los playa-lakes se expanden por la adición de agua dulce, formando lagos de agua dulce, y los sistemas fluviales pueden ser más comunes; los márgenes de lagos y las llanuras aluviales fluviales suelen contener las asociaciones de trazas fósiles que pueden ser atribuidos a las icnofacies de Scoyenia.
Para mayores detalles se remite a los interesados al trabajo original publicado.
Krapovickas, V., Mángano, M.G., Buatois, L.A. y Marsicano, C.A. 1016. Integrated Ichnofacies models for deserts: Recurrent patterns and megatrends. Earth-Science Reviews 157: 61–85.
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