El crecimiento de los Andes Patagónicos Australes (46-53°S) y su relación con los procesos de subducción
En uns reciente síntesis publicada en el libro Growth of the Southern Andes, correspondiente a la serie de Springer Earth System Sciences, investigadores de nuestro instituto presentaron una actualizada revisión de la evolución de la Cordillera Patagónica Austral.
La evolución cretácica-cenozoica de este sector de los Andes Patagónicos Australes es uno de los ejemplos más destacados de acoplamiento entre los procesos de subducción y eventos climáticos, magmáticos, deformacionales y sedimentarios.
Tres ciclos orogénicos y magmáticos pueden ser particularmente relacionados con los procesos en la zona de subducción (1) el cierre cretácico superior de la cuenca marginal Rocas Verdes; (2) colisión paleógena de la dorsal oceánica sísmica Farallón-Aluk, y (3) subducción miocena de la dorsal sísmica de Chile por debajo de América del Sur.
El crecimiento orogénico andino comenzó durante los tiempos cretácicos tardíos, en un escenario tectónico que incluía a la cuenca Rocas Verdes, una cuenca oceánica de trasarco, que se ampliaba desde los 49°S hacia el sur. El segmento de los Andes al sur de los 49°S experimentó un fuerte episodio deformacional en el lapso Cenomaniano-Santoniano durante el cierre de la cuenca de trasarco y la subducción progresiva de su fondo oceánico. El cierre final produjo la exhumación coniaciana-santoniana del Complejo Ofiolítico Sarmiento y la propagación del frente de deformación hacia el antepaís.
El segundo ciclo orogénico, durante la deformación paleógena, coincidió con un gap del arco volcánico eoceno, el que parece estar relacionado con la colisión de la dorsal sísmica Fallarón-Phoenix. La ventana astenosférica resultante produjo mesetas volcánicas con basaltos tipo OIB (Oceanic Island basalts) representadas por los Basaltos Chile Chico y Posadas, los que entraron en erupción en las estribaciones andinas y en el retroarco.
El tercer ciclo de acelerado levantamiento andino comenzó durante el Oligoceno, como consecuencia de la rápida subducción ortogonal de litosfera oceánica joven entre las placas de Nazca y Antártida, en forma simultánea con la aproximación de la dorsal sísmica de Chile a la trinchera oceánica. La reconstrucción cinemática de las placas muestra que aproximadamente a los 14-18 Ma la dorsal oceánica de Chile entró en la trinchera de América del Sur y migró hacia el norte de los 53°S hasta su posición actual a los 46°S. La colisión de la dorsal en el Mioceno temprano produjo una ventana astenosférica con un extenso magmatismo tipo OIB entre los 10 y los 3 Ma en el sector extra- andino de la Patagonia. La relación espacio-tiempo del levantamiento tectónico es bien conocida mediante estudios geochronométricos, los que muestran una migración de la faja plegada y corrida desde el dominio interno de basamento al externo, acompañada por una sedimentación sinorogénica mioceno temprana.
El crecimiento orogénico llevó en las estribaciones andinas del sector oriental al desarrollo de un rain shadow en el Mioceno medio, seguido por una importante desertificación mio-pliocena de la Patagonia.
Para mayores detalles se remite a los interesados al trabajo publicado.
Ghiglione, M., Ramos, V.A., Cuitiño, J. y Barberón, V. 2016. Growth of the Southern Patagonian Andes (46 -53°S) and their relation to subduction processes. En Folguera, A., Naipauer, M., Sagripanti, L., Ghiglione, M., Orts, D. y Giambiagi L. (eds.) Growth of the Southern Andes, Springer Earth System Sciences, 201-240, Amsterdam.
Book webpage: http://www.springer.com/us/book/9783319230597