Masiva marcha federal universitaria: 2 de octubre de 2024, un día para la Historia
Tras la primera marcha federal universitaria, el 23 de abril de 2024, una protesta masiva a nivel nacional, que se estima movilizó a más de dos millones de personas a lo largo y ancho de Argentina y que logró una actualización de los fondos otorgados a gastos de funcionamiento de universidades públicas, el 2 de octubre tuvo lugar la segunda.
En esta oportunidad, nos movilizamos para reclamar que se actualicen los salarios de los y las trabajadoras universitarias, y para manifestarnos a favor de la Ley de Financiamiento Universitario, con la esperanza de torcer la voluntad del Poder Ejecutivo de vetarla. Si bien no torcimos su tenaz voluntad de ajuste, estas líneas pretenden ofrecer una breve radiografía de la marcha desde adentro.
Integrantes de nuestro instituto, a la par con compañeros y compañeras de los otros institutos CONICET-Universidad de Buenos Aires (UBA), con docentes, trabajadores administrativos, becarixs y estudiantes de geología y de paleontología encauzamos nuestras banderas y nuestras columnas en una columna mayor: la de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
“Libertad es poder estudiar”, La universidad pública cambia vidas”, “Yo escribí mi historia en la universidad pública”, “La conquista más grande de la gratuidad fue que la universidad se llenara de hijos de obreros”, “Ahorrar en educación enriquece la ignorancia”… se leía en los carteles que sosteníamos al marchar. Caminamos pacíficamente, con alegría incluso: porque la única cura para nuestros problemas colectivos, que se tornan personales, es la lucha. Y ese día luchamos en masa.
Las conversaciones eran variadas: especulaciones con respecto al veto presidencial, al eventual paso del veto por el congreso, algunos comentarios de preocupación e incertidumbre sobre nuestro presente y futuro, conversaciones acerca de la marcha anterior, sobre la concurrencia, sobre la confección de los carteles, incluso muchxs docentes y alumnxs conversaban sobre sus cursadas, los mates circulaban por las pequeñas sub-rondas dentro de la columna, brotaban los encuentros: abrazos, sonrisas.
Si el día necesitaba aún más mística, desde las 4 de la tarde hubo un eclipse solar anular. Como buenos hijos e hijas de Exactas, gran parte de lxs manifestantes llevaron sus lentes y lograron la peculiar experiencia de contemplar el eclipse mientras marchaban. Y aún parcialmente eclipsado, el sol de octubre se cobró algunas quemaduras. Esxs manifestantes llevarán un recuerdo extra de la marcha por algunos días.
Pero todxs lxs manifestantes llevaremos a esta marcha en nuestra memoria individual y colectiva. Para millones la universidad pública forma parte de nuestro ADN familiar y personal. Nos permite a millones desarrollar nuestras vocaciones, ascender socialmente, conocer mejor el mundo que habitamos, nos otorga un segundo hogar y una segunda familia. Y si eso no es libertad, entonces, ¿qué es?