Un nuevo cocodrilo terrestre del Paleoceno temprano en Patagonia y cómo logró sobrevivir a la gran extinción del Cretácico
Investigadores de nuestro instituto junto a colaboradores internacionales presentan en este trabajo el registro más antiguo de un notosuquio posterior a la extinción, proveniente de la Formación Salamanca del Paleoceno inferior en la Patagonia. La nueva especie y género, Tewkensuchus salamanquensis, presenta características únicas, como un techo craneal con márgenes laterales elevados y una articulación adicional en forma de espiga y cavidad entre el postorbital y el palpebral posterior.
Figura 1. Fotografías y dibujo 3D de Tewkensuchus salamanquensis.
Los notosuquios sebécidos son los únicos cocodriliformes terrestres que sobrevivieron a la extinción del Cretácico–Paleógeno, hace 66 millones de años, un evento que eliminó a muchas especies de gran tamaño en los ecosistemas terrestres. La evolución temprana de los sebécidos sigue siendo poco clara debido a la escasez de fósiles en ambos lados del límite de extinción.
El análisis filogenético que se presenta en este trabajo relaciona a Tewkensuchus con un grupo de cocodriliformes depredadores del Eoceno de Europa y posiblemente también de África. Este clado es el grupo hermano de los sebécidos sudamericanos. En relación a esto, se propone el nombre Sebecoidea para este clado más amplio de notosuquios eurogondwánicos, cuya distribución espacial parece reflejar eventos de diversificación y dispersión anteriores, aunque solo se conocen parcialmente.
Figura 2. Ubicación de los palpebrales en el techo craneal de Tewkensuchus salamanquensis, mostrando en vista dorsal y anterolateral derecha las suturas entre el postorbital y los palpebrales anterior y posterior, con colores que distinguen cada elemento.
Figura 3. Optimización por parsimonia de la longitud craneal (DCL) a lo largo de la evolución de Notosuchia.
A través de este análisis se estimó una masa corporal de aproximadamente 300 kg para Tewkensuchus, lo que lo convierte en uno de los notosuquios más grandes conocidos. La reconstrucción filogenética del cambio en el tamaño corporal sugiere que existió un linaje sebecoideo que cruzó el límite Cretácico–Paleógeno, con una masa estimada de entre 332 y 443 kg. Esto constituye la primera evidencia del cruce de este límite por parte de un linaje terrestre de vertebrados de gran tamaño.
La cita completa de este trabajo es: Bravo G. G., Pol D., Leardi J. M., Krause J. M., Nicholl C. S. C., Rougier G., Mannion P. D. 2025. A new notosuchian crocodyliform from the Early Palaeocene of Patagonia and the survival of a large-bodied terrestrial lineage across the K–Pg mass extinction. Proc. R. Soc. B 292: 20241980. https://doi.org/10.1098/rspb.2024.1980.
Se puede acceder al trabajo completo a través del siguiente link: https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rspb.2024.1980