Recientemente ha aparecido en el último número del Journal of Geodynamics un interesante trabajo del Lic. Mauro Spagnuolo, uno de nuestros jóvenes investigadores. Este trabajo ha permitido identificar potentes sucesiones de rocas andesíticas y dacíticas de edad miocena inferior a media, con espesores mayores a 1.000 metros en el sur de Mendoza. Estas sucesiones volcánicas tan comunes en los sectores chilenos de los Andes Centrales, reconocidas como Formaciones Farallones y Coya Machalí, aparecen a estas latitudes casi exclusivamente en el sector argentino de la Cordillera de Los Andes. En forma similar a lo que se observa en territorio chileno estas acumulaciones volcánicas están limitadas por fallas normales que indican un control extensional en su depositación. Sus propiedades geoquímicas indican características anómalas para un arco magmático, dado que domina una derivación mantélica pobremente evolucionada que contrasta con el típico comportamiento de arco de las volcanitas miocenas medias que se desarrollan más hacia el antepaís oriental.

Distribución de las volcanitas de la Formación Charilehue en el sur de Mendoza.

Este conjunto de lavas e ignimbritas  que se agrupan en la Formación Charilehue tiene edades entre 18 y 14,5 Ma, unidad que se halla plegada y deformada en discordancia por debajo de secuencias volcánicas de edad miocena media a superior.

La combinación de los datos de exhumación en la cordillera junto con la distribución de estas secuencias permite establecer fehacientemente una expansión hacia el antepaís del arco magmático durante el Mioceno medio a superior.