En un trabajo publicado en el Journal of South American Earth Sciences por un investigador de nuestro instituto se dan a conocer geoformas glaciares generadas durante el Pleistoceno y sus estructuras de deformación a lo largo de las escarpas de erosión fluvial de las nacientes del río Santa Cruz y se analiza su posible origen.

A lo largo de las barrancas que limitan el cauce actual del río Santa Cruz, al este del Lago Argentino, afloran depósitos glacilacustres, glacifluviales y morénicos asociados a la presencia en el pasado del glaciar Argentino y del paleolago proglaciar Argentino.

Sobre el piso y laterales del valle de dicho río se encuentran también geoformas glaciares de tipo morenas laterales y frontales, drumlins y morenas aflautadas, vinculadas al avance y estabilización de la masa de hielo.

Estas geoformas al presentar un alto grado de conservación permitieron posicionar paleo-geográficamente al antiguo glaciar Argentino. Los afloramientos glacilacustres son los únicos que muestran deformaciones frágiles y dúctiles que se han analizado en el contexto de las diferentes glaciaciones ocurridas en esta comarca andino-patagónica austral y de la impronta dejada, principalmente, por los avances glaciares correspondientes a la Última Glaciación. De esta forma, se lograron diferenciar cinco secciones de deformación que en base al tipo de estructura presente, profundidad del nivel de despegue y actitud de las mismas, han sido agrupadas en tres zonas. La primera de ella y ubicada más hacia el oeste, se caracteriza por presentar corrimientos con azimut NE e inclinaciones de entre 30 y 40º hacia el NO, una separación entre estructuras que aumenta hacia el este pasando de 30-60 m a 140-190 m, la presencia de concreciones alargadas paralelas al azimut de las estructuras, bajo desarrollo de pliegues de arrastre de falla y una profundidad del nivel de despegue principal de 7 m (a).

La segunda zona se localiza un poco más hacia el este y está caracterizada por corrimientos fuera de secuencia, con inclinaciones que varían a lo largo del perfil, con separaciones entre ellos de solo algunas décimas de metros y un nivel de despegue principal que pasa de estar a 5 metros de profundidad a hallarse al nivel actual del río hacia el este (b). Por último, la zona más oriental está caracterizada por poseer mayor cantidad de estructuras de tipo dúctil (pliegues volcados, pliegues de arrastre de falla) con vergencia hacia el NE, corrimientos con misma vergencia y una profundidad del despegue de 5 m (c).
Las orientaciones de estas estructuras glacitectónicas, como así también el potente espesor de sedimento deformado, las menores dimensiones de los corrimientos y pliegues, y su comparación y diferenciación con las estructuras tectónicas observadas hacia la posición actual del Lago Argentino, permitieron separar a estos episodios de una actividad neotectónica y por el contrario, relacionarlos a un origen local asociado con los avances glaciarios ocurridos en el área.

De esta forma, es posible suponer que cada una de las tres zonas de deformación fue generada por distintos avances del paleo-glaciar Argentino. No está claro aún si estos avances fueron de forma lenta, asociada a diferentes estadiales de una misma glaciación o si se trató de rápidos avances glaciarios (surges) dentro de un mismo estadial.

La evidencia hallada en el terreno apoya esta última suposición, aunque es necesario realizar trabajos más detallados orientados a tal fin para dilucidar cuál de estos dos movimientos puede haber generado la deformación observada.

Para mayores detalles se remite al lecto al trabajo publicado.

Goyanes, G.A. y Massabie, A. 2014. Push moraines in the Upper Valley of Santa Cruz River, Southwest Argentina. Structural analysis and relationship with Late Pleistocene Paleoclimate, Journal of South American Earth Sciences (en prensa).

 

Journal webpage: http://www.journals.elsevier.com/journal-of-south-american-earth-sciences/