Los movimientos andinos de Groeber revisitados: Una valoración actual de su vigencia
En el último número de la Revista de la Asociación Geológica Argentina dedicado como homenaje al Dr. Pablo Groeber a los 100 años de su primera publicación geológica sobre la Argentina, un grupo de investigadores del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), Centro Científico Tecnológico Mendoza, y de nuestro instituto han una vez más evaluado la trascendente obra de Groeber, en este caso focalizada a las fases de sus movimientos que llevaron al levantamiento de la Cordillera de los Andes.
Los datos recogidos por Groeber en más de 40 años de trabajos de campo en los Andes de Neuquén, Mendoza y San Juan fueron sistematizados en un esquema de la evolución andina basado en el concepto de “fases tectónicas” siguiendo en esa época las ideas dominantes de Stille. En el trabajo recientemente publicado se analizan las propuestas realizadas por Groeber en función del conocimiento actual. Una lectura atenta de los trabajos de Groeber permite observar que era consciente de las limitaciones del método que utilizaba, debidas a la dificultad para establecer la edad de las unidades y al enfoque litoestratigráfico con el que intentó correlacionar las unidades abarcando áreas lejanas entre sí. Aún con estas limitaciones, pudo identificar la naturaleza episódica de esos levantamientos en sucesivas fases, que marcó un gran avance y constituyó la base para el progreso del conocimiento actual de la evolución tectónica de los Andes Centrales del Sur.
La base de datos actual permite descartar la hipótesis simplista que asignaba a una fase diastrófica determinada una edad específica, reconociendo una serie no coetánea de deformaciones episódicas como responsable del levantamiento de los Andes, como lo vislumbrara Groeber con sus cuatro movimientos andinos con sus respectivas fases de diferente intensidad.
El análisis de los aspectos tectono-estratigráficos de la obra de Groeber, una vez más pone de manifiesto que fue un agudo observador de la estructura de la Cordillera de los Andes y de los diferentes movimientos que llevaron a su ascenso, con una precisión a veces notable, a pesar de la ausencia de datos geocronológicos de la época. Esa percepción estaba basada en una extraordinaria experiencia de campo con trabajos de largos meses de campaña, inaccesible en los cánones actuales, combinada con una mente brillante, plena de interpretaciones novedosas.
Observaciones tales como las discordancias entre unidades mesozoicas “no tienen mayor significado tectónico, porque se trata solamente de oscilaciones costaneras del mar, sin duda debidas a movimientos oscilatorios del subsuelo” se anticiparon a los modernos conceptos vigentes del análisis secuencial, y son aún un fuerte llamado de atención para algunas propuestas recientes de diastrofismos.
Para mayores detalles se remite al lector a la publicación original.
Mescua, J.F., Giambiagi, L. y Ramos, V.A. 2017. Los movimientos andinos de Groeber y la evolución tectónica de los Andes Centrales del sur. Revista de la Asociación Geológica Argentina 74(1): 49-58.
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